PLAN NACIONAL DE DESARROLLO – PND 2020
El PND Paraguay 2030 es un documento estratégico que incluye los elementos centrales para la implementación de acciones orientadas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a los que el país adscribe, mediante la coordinación y colaboración entre instancias sectoriales del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como con los diversos niveles de gobierno, la sociedad civil y el sector privado, estableciendo una hoja de ruta para el desarrollo de políticas públicas para construir el Paraguay del 2030.
Este documento aprobado por Decreto N° 2704 del 16 de diciembre de 2014, cuenta con 3 ejes estratégicos: 1. Reducción de la pobreza y desarrollo social; 2. Crecimiento Económico Inclusivo, y, 3. Inserción de Paraguay en el mundo en forma adecuada. Cada eje estratégico incorpora 4 líneas transversales, que derivan en 12 Estrategias.
En este contexto, surgen los objetivos esenciales vinculados a las funciones que realiza la Dirección General de Proyectos de Participación Público-Privada (DGPPPP), en el eje estratégico 2. Crecimiento Económico Inclusivo, Estrategia 2.2 Competitividad e Innovación: La implementación de modalidades que permitan el financiamiento de obras infraestructura para brindar a todo el territorio paraguayo caminos de todo tiempo, carreteras rápidas y seguras, conexión internacional adecuada y moderna, infraestructura social de calidad (hospitales, escuelas), adecuados servicios de provisión de agua potable y tratamiento, entre otros; y la necesidad de disminuir la brecha en infraestructura, que es una realidad que resta competitividad.
En el 2018 se dio inicio al proceso de actualización del referido Plan, que, si bien no ha sido formalizada su publicación, esta actualización desembocó en la inclusión de un nuevo eje estratégico: Fortalecimiento político-institucional. El PND 2030 cuenta actualmente con 4 grandes ejes estratégicos: 1. Reducción de la pobreza y desarrollo social, 2. Crecimiento económico inclusivo, 3. Proyección de Paraguay en el mundo y, 4. Fortalecimiento político institucional. Cada eje estratégico incorpora 4 líneas transversales, que derivan en 16 Estrategias.
El Decreto N° 5199 del 30 de abril de 2021, en su Artículo 2 autoriza a la STP, en su carácter de órgano rector del Sistema Nacional de Planificación, a coordinar la implementación, el seguimiento y la evaluación del PND Paraguay 2030 actualizado.
En este contexto, surgen los objetivos esenciales vinculados a las APP, en el eje estratégico 2. Crecimiento Económico Inclusivo, Estrategia 2.2 “Propiciar la Competitividad y la Innovación”: La implementación de modalidades que permitan el financiamiento de obras infraestructura para brindar a todo el territorio paraguayo caminos de todo tiempo, carreteras rápidas y seguras, conexión internacional adecuada y moderna, infraestructura social de calidad (hospitales, escuelas), adecuados servicios de provisión de agua potable y tratamiento, entre otros; y la necesidad de disminuir la brecha en infraestructura, que es una realidad que resta competitividad.
GENERACIÓN DE VALOR PÚBLICO
El desarrollo de infraestructura pública es necesario para mejorar la competitividad y la calidad de los servicios públicos. La participación privada en la provisión de infraestructura pública es capaz de generar beneficios importantes para el desarrollo de un país. Estos pueden ser: la ejecución de la obra en menor tiempo y la eficiente gestión de los recursos que involucran el desarrollo de los proyectos.
Para poder evaluar correctamente la mejor modalidad para desarrollar un determinado proyecto es bastante útil considerar el concepto de valor por dinero. En términos generales, valor por dinero es la utilidad derivada de cada compra o cada suma de dinero gastada. Valor por dinero se basa no solo en el precio mínimo de compra, sino también en la máxima eficiencia y efectividad de la compra. Los pioneros en la aplicación de este concepto a las evaluaciones fueron los británicos. En agosto de 2004, el Tesoro del Gobierno del Reino Unido emitió el documento Orientaciones para la evaluación de valor por dinero, para la evaluación de los proyectos públicos financiables mediante la participación privada, conocida en ese entonces como PFI o Private Finance Initiative.
En términos específicos, el valor por dinero consiste en evaluar si, para un proyecto en particular, el dinero público sería más eficientemente invertido utilizando una herramienta que implica gestión privada (por ejemplo, APP) o manteniéndose bajo la gestión de la administración pública competente (contratación de obra pública tradicional). Si se obtiene valor por dinero, se demuestra que es mejor que el proyecto sea ejecutado a través de una APP. De lo contrario, se deben considerar otras alternativas de implementación. En la evaluación de valor por dinero, se considera que el desarrollo de un proyecto no solo se refiere a la contratación de la obra pública, en el caso de infraestructura pública, sino además al mantenimiento, la prestación de servicios públicos asociados y el cumplimiento de estándares de calidad.
La evaluación no está circunscrita solo a un análisis cuantitativo o de costos, sino también a uno cualitativo o de exigencias que como mínimo se deben implementar con una perspectiva de atención a los usuarios y la población. En el caso de Paraguay, estos dos análisis son obligatorios en diferentes etapas del proyecto. Se realiza un análisis cualitativo en etapa de estudios de pre factibilidad, conocido como análisis de elegibilidad, y un análisis cuantitativo en factibilidad.
El mayor énfasis de esta evaluación está en su perspectiva cuantitativa. La metodología consiste en comparar los costos en que se incurriría si el proyecto es desarrollado a través de la modalidad tradicional, respecto a aquellos costos que significaría la APP. Esto es conocido como el Comparador Público Privado (CPP). Una de las principales innovaciones de esta evaluación es que incorpora un análisis y valoración de riesgos, aspecto tradicionalmente poco considerado en la evaluación de los proyectos de inversión pública.
POLÍTICA DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL
En una agenda de crecimiento y desarrollo económico y social inclusivo, es indudable el rol clave que juegan las obras de infraestructura pública y los servicios derivados de ellas. Tal como ocurre en otros países, en Paraguay la sociedad exige que no se postergue más la disponibilidad de mayor y mejor infraestructura, lo que sin dudas pone exigencias en las formas en que se deberán realizar las inversiones y, cómo podrán y deberán ser financiadas por el Estado.
Según datos del Reporte Global de Competitividad 2019, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF), el Paraguay ocupa la posición 92 de 140 en el área de infraestructura, donde figura que las necesidades nacionales relacionados a subsectores como el nivel de infraestructura y calidad de rutas, sistema ferroviario, conexiones y servicios del transporte aéreo, conectividades de hidrovías y servicios portuarios, calidad y acceso del servicio eléctrico y, calidad y acceso a agua potable. En lo que respecta al análisis del país, se encuentran cubiertas por aproximadamente el 60%, lo que refleja el gran déficit cuantitativo y cualitativo en materia de infraestructura pública.
En ese sentido, el Paraguay viene demostrando en los últimos años un aumento sostenido de la inversión pública, ya sea considerando el aspecto de la inversión monetaria neta (3.749 millones de Gs. en el año 2015 a 8.670 millones de Gs. en el 2020), como en porcentaje del PIB nacional (2,0% en el 2015 a 3,6% en el 2020). Esto ha permitido alcanzar un considerable incremento de los niveles de infraestructura pública, aunque ésta aún resulta insuficiente en relación a las necesidades de infraestructura existente en el Paraguay.
El buen desempeño macroeconómico, al tiempo de presentar condiciones favorables para la inversión extranjera directa, sin dudas, constituye un marco de oportunidades tanto para el capital extranjero como para el nacional que desee invertir en Paraguay. En ese sentido, es muy grande el desafío de alcanzar los niveles de inversión y gestión necesarios para implementar un programa de Alianzas Público-Privadas (APP) sostenible a corto y mediano plazo con un pipeline de buenos y atractivos proyectos.
En los últimos años, las Asociaciones Público-Privadas (APP) han ido ganando espacio como opción para el financiamiento y desarrollo de la infraestructura pública como una alternativa a la obra pública tradicional. Este tipo de alianza permite realizar inversiones en infraestructura pública y la prestación de servicios complementarios a ellas, así como en la producción de bienes y servicios que sean propios del objeto de los organismos, entidades, empresas públicas y sociedades en las que el Estado sea parte, con miras a establecer una relación jurídica contractual a largo plazo con una distribución de compromisos, riesgos y beneficios entre las partes intervinientes.